lunes, abril 30, 2007

El mecanismo de un botijo

El otro día A. se hizo el listo (la verdad es que suele hacerlo o parecerlo). Me dijo algo así como que tenía que tener claro que Albert era un tío simple, como todos los tíos, algo así como el mecanismo de un botijo, y que el resumen era que se había ido con una tía más joven y que estaba más buena que yo. No sé si realmente me lo dijo para zarandearme (cosa que a veces agradezco de mi churrita pero no sé si soy capaz de aguantarlo de nadie más) o simplemente por crueldad. Yo recordaba detalles de esos que sé que la gente no vive con su pareja y yo sí viví. Viví por ejemplo un tiempo en que cada noche nos intercambiábamos cinco palabras cada uno y escribíamos un cuento, y nos lo leíamos el uno al otro. Albert maquetó todos esos cuentos (casi veinte) y los convirtió en un pequeño librito que llamó "Historias para no dormir" y me lo regaló en uno de nuestros aniversarios. Tenía esos detalles. Tuvo otros, es cierto, que hicieron que me olvidase de todas las cosas bonitas que compartimos, pero a mí él no me parecía un tío "simple", no de esa clase de simplicidad que sí que veo en A. Evidentemente la relación se ha enfriado. Y se ha enfriado tanto que me da un poquito de miedo cómo gestionar lo que no tiene que ver con la relación y se está materializando (de momento en forma de kilos)
De todas formas, sé que (siendo muy simple), los tíos son simples y las tías somos más hijasdeputa... en el sentido ese en que vemos siempre más allá, interpretamos y reinterpretamos. Y muchas veces, lo que no ve una lo ve la otra. Pero ese es otro cuento.
Estos días han estado aquí mis amigos. Esos de los de verdad. De los que están cerca cuando los necesito. He soplado las velas de mi cumple (que este año aún no había soplado y siempre es señal de buena suerte soplar velas rodeada de gente a la que quieres), hemos recorrido Madriz a pie (prácticamente) y hemos compartido unas risas (que me hacen falta). Ayer pensé que me iban a matar (así, directamente). Primero nos recorremos el Reina Sofía, vamos a comer a Lavapiés, a un restaurante griego que lleva una mujer que me parece una mamá, subimos hasta la Plaza Mayor, bajamos por Huertas, llegamos al Prado, caminamos por el Paseo hasta la plaza Cibeles, nos acercamos a la Puerta de Alcalá, y vamos a buscar la calle Génova, para llegar hasta Malasaña, donde cenamos. Finalmente bajamos por Fuencarral hasta la Gran Vía. Y les digo que no puedo más, así que me voy para casa. Los dejo cerca del Museo Chicote, aunque acabaran bailando el "yogurcito" en un cubano... :-)
Y Lola sigue aquí. Cerquita. Me echa las cartas y me dice que no me preocupe. Y aunque sé que tengo mil motivos para preocuparme, me hace sentirme tranquila. Al menos de esa forma que necesito tranquilidad. Lorena está en el Viñarock, viendo a Manu Chau y al Flaco...

jueves, abril 26, 2007

Las ecografias, la amniocentesis y la biopsia corial...

... cosas de estar preñada, que hasta aprendes (bueno, el que quiere aprender, aprende de todo). Y buscando (para aprender), he encontrado una web de esas en las que se te saltan las lágrimas (especialmente en ciertos estados). Se trata de un centro de diagnóstico por la imagen llamado Deltaecografia, donde te hacen ecos en tres dimensiones e incluso videos de la habita. Se recomienda entre las 24 y 32 semanas (aún nos falta un poquitín). Pero la verdad es que emocionante ver como la vida crece en tu interior (esta es la parte blandengue del asunto).
Especialmente pa las dos abuelas cibernéticas: clica AQUI, espera que cargue la página y clic encima donde pone ENTRAR. Hay una pequeña presentación y nuevamente le das al botón ENTRAR. Entonces selecciona QUE HACEMOS y te vas a VIDEOS. Con un poquito de paciencia puedes ver un feto moviéndose, chupándose el pie y hasta sonriendo... Pa que veas lo feliz que uno puede ser incluso antes de enfrentarse al mundo (igual justamente por eso). Besitos a las dos.

miércoles, abril 25, 2007

El curso de Excel

Estos días he estado trabajando en dos sitios. Por la mañana en Professional Training. Es una empresa muy pijilla, que da formación a otras empresas. Hace tiempo me propusieron un plan de formación y que me quedase con ellos, con una buena propuesta económica (aunque tenía una parte negativa, que es que tenía que hacerme autónoma pero con una claúsula que durante dos años sólo trabajaría para ellos... así que ya me explicarás qué tipo de autonomía era esa). El problema es que el horario de trabajo era de 9 a 18h, con lo que se me iba el máster a la mierda, y finalmente no acepté. Aún así, de vez en cuando he dado algún curso para ellos, normalmente cursos a medida (como el de esta semana, y seguramente otro que me han propuesto en breve). La clase ha sido una clase particular para una trabajadora del banco Societé Generale. Una niña monísima, diplomada en empresariales, bilingüe, que ha estudiado en el Liceo Francés y además habla inglés y algo de alemán. Una acaba pensando que no todos salimos al mundo laboral con las mismas oportunidades.
Por la tarde he estado en la Casa Encendida. Los cursos allí son mucho más relajados, porque la mayoría de la gente está un poco pez, y cualquier cosa que les expliques alucinan. El grupo era muy diverso. Tenía un alumno (Carlos) con síndrome de Down. Me enternecen especialmente esos niños. No sé por qué. Recuerdo una amiga de mi prima, con un niño de unos dos años. Me parecía increible la relación que tenía con su hijo. Ayer cuando me despedía de ellos fue Carlos el que primero se levantó y me dio un beso. El grupo genial. A mí aún me sorprende eso de acabar un curso y que se te acerquen todos y te abracen y te digan lo bien que se lo han pasado contigo y la paciencia que tienes y lo bien que explicas. Es el mejor reconocimiento a la energía que has desprendido. En este curso además había un tipo curioso, idéntico a Johnny Depp (más que curioso era guapísimo, aunque seguro que Carlitos le hubiera cortado el pelo) que al acabar me dijo de ir a tomar algo. Pero yo estaba reventada. (ahora lo pienso y no me lo creo... le dije que no a un tipo que parecía Johnny Depp!!!!!). Además hacía cortos, y le gustaba Yann Tiersen. En fin. Aunque juraría que era gay (todos los tipos guapos lo son o lo acaban siendo, y yo tengo una facilidad increible para hacer crecer la complicidad con esos "niños locos"... ;-)...)
Y en PT, la coordinadora de los cursos me ha preguntado si estaba embarazada. La habita sigue creciendo y ahora ya empiezo a parecer una barriguitas... La cosa es que tendría que hacer más ejercicio, pero me apetece menos diez moverme. Además que hoy era un día ideal para quedarse debajo de una mantita roja (;-)). Me gusta la lluvia. Me gusta ese olor que deja el agua. Me gusta esa sensación de limpio y que se lleve todos los marrones. Una siempre espera que después de una tormenta todo vuelva a la normalidad...

No puedo dormir....

... para un día que no pensaba soñar... :p

El caso es que la conversación a última hora de la noche con A. me ha dejado toda mosqueada.... aunque sé que lo hace con todo el cariño del mundo (ese de ser amigo... ). Y entre eso.. y que se me ha jodido el disco duro extraible donde guardaba todo el material de estos últimos meses, que me han dado cita para un estudio genético el mismo día y la misma hora que nuestra primera ecografía, que esta mañana me ha puesto de los nervios el puto curso de Excel porque hacía tiempo que no veía tanta descordinación en un centro formativo (ni siquiera en un IES) y aunque no cuento los detalles de verdad que es para flipar. Y cuando pienso en la mierda que me pagan, mientras que en EMI ya me pagaban el triple hace seis años. Y encima han alargado las lineas del metro de Madrid, así que ahora en vez de acabar en Legazpi, acaba en Villaverde del Alto... con lo que ha aumentado el número de viajeros (obviamente), aunque no la frecuencia de trenes. Y aunque sí que habían alargado previamente las estaciones, para que cupieran más vagones por tren, en realidad la medida no es suficiente. Así que a las ocho de la mañana, te ves la marabunta cual sardinitas en escabeche (por aquello del chup-chup) que no veas qué calor que ya hace en Madriz. Decididamente, mañana me voy en coche. Aunque pague parquing.
Y encima llevo un día de "corre que te pillo", que después de cinco horas por Alvarado (como casi tres cuartos de hora de metro), dando prácticamente una clase particular (cinco horas con una niña a la que le hubiera suspendido las matemáticas en la facultad para los restos), vete a Pontones a recoger una citación que tengo que ir a resolver un día de estos, compra naranjas en el chino (a esas horas ya me dirás si el frutero de Embajadores está esperándome) porque esta mañana me he tenido que hacer un minizumo de una naranja, vete a casa a hacer la comida, come (engulle), y vuelta a otro curso (esta vez más agradecido y en la Casa Encendida) de cuatro horas más... y llega a casa y prepara la clase de mañana.
Lo bueno es que mi churrita me ha dado una receta para una ensalada de pasta (me ha salido que te cagas, niña!!!!!) y estos días he hablado con la jabiba... (que s'ha caigut de la parra i m'està fent uns "patucus" de color verd, nenaaaaaaaaaa!!!!!!!). Y la habita no para de crecer.. y empiezan a no caberme los pantalones.. :-(
Ando leyendo (curiosa expresión) un libro de Lucía ... que mira que a ella no la soporto en las entrevistas... pero de repente me veo mirando ciertas cosas con la misma inquietud que ella lo hace.

domingo, abril 22, 2007

Llevo dias...

.. soñando con Albert. Básicamente los sueños se limitan a que me lo encuentro por la calle, con reacciones de lo más diverso. A. dice que éste es el mejor momento para "superarlo". Yo no sé qué más tengo que superar, porque tengo la sensación que nada va a quitarme algo tan simple como "no saber cómo reaccionaré el día que me lo encuentre". Y supongo que el hecho de volver a Barcelona, me vuelve a traer nuevamente esa extraña sensación.
Pero mi vida trascurre sin que sepamos nada el uno del otro. Y sé que es mejor. Sin embargo, también sé que es normal que en este momento piense en el hombre que un día quiso tener hijos conmigo, y no pudo. Y además no me supo querer. Ni siquiera me supo desquerer (que es mucho peor). Y sé que se arrepiente. Porque se arrepintió a las dos semanas, se arrepintió a los tres meses... pero ni en uno ni en otro momento pudimos ni supimos resolverlo. Y lo sé porque él me lo dijo. Así de simple. Y también me dijo que sabía que no iba a perdonarlo nunca, y que él tenía mucho miedo a quedarse solo. Yo le recordé que nacemos solos.. y nos morimos solos.. y lo que hagas en el camino para olvidar esa soledad es problema de cada uno. Inma me mandó un mensaje que decía: "...ahora nunca más te vas a sentir sola". No tengo claro que traigamos niños al mundo para resolver nuestros problemas con la soledad (en algún sentido), pero supongo que de alguna manera tiene razón.
De todas formas... hace tiempo que no me siento sola.. No al menos de aquella manera en que me sentía cuando estaba con Albert. Aquello sí que fue soledad.

viernes, abril 20, 2007

Las flores...

Hacía tiempo que un hombre no me regalaba flores. Sí, lo hace mi churrita de vez en cuando, que me sorprende con una flor del paraíso... pero que te regalen un ramo de rosas para tu cumpleaños (aunque cumplas una pila de años)... es otra cosa.
Y reencontrarme con mil mensajes y llamadas, que siempre mola que se acuerden de una.
El caso es que éste es un año más. Y si pienso en las cosas que he hecho estos últimos años... a veces yo misma me sorprendo. Desde recorrer las pirámides y la muralla china...irme a Londres un par de meses... el máster... y ahora traer un enano más al mundo. Sé que es el momento. Y sé que es la persona. Y sé que todo irá bien, porque alrededor mío hay una pila de gente que está poniendo energía y ganas en que así sea. Y sé que será complicado. Pero es que éste es el mejor regalo.
Tengo unos mensajes lindísimos de Inma, esa mujer de mirada serena que nos ha dado lecciones de amor a todos. Será bonito compartir todo esto con ella, con mi primo Enrique, con esa muñeca llamada Julia y con el "brutote" de su hermano Yago. De momento ya tiene una pila de tías y tíos, una tita, dos abuelas (que serán tres en algún momento) y unos padres que lo acarician antes de nacer.

domingo, abril 15, 2007

Today is a blue day

No sé por qué... tengo un día gris. Es curioso que en inglés los días tristes sean azules y aquí sean grises. Igual es porque no es lo más habitual. Un día raro.
Y no. No tengo un motivo aparente. Tengo una buena noticia. Estoy tranquila (excesivamente tranquila quizás para mi carácter). He visto algunos muy buenos amigos (no todos, pero sí algunos). He cenado con Juani y Yolanda. He estado un buen rato con mi tía y mi madre. Me han regalado un "Tomtom" para mi cumpleaños, de esos que te avisan hasta de los radares. He visto finalmente el restaurante-espectáculo de Kiko, que realmente es todo un espectáculo. He comido en el Born con Joselito. He hablado con mi primo Enrique, que siempre es una delicia charlotear con él y escuchar su risa. Y a pesar de todas esas cosas... estoy triste.
Debe ser el clima. La lluvia que amenaza pero no acaba de caer. Las plantas que chupan más energía de su alrededor para intentar florecer. Y volver a una casa en la que no sé cuánto tiempo más podré quedarme.

Hoy hablaba con Jose de un proyecto al que llevamos tiempo dándole vueltas en la cabeza. Ha salido un pueblecito cerca de Girona llamado Celra, que a mí me parece todo un lujo. Sobre el proyecto mejor hablo un día de color rosa...

jueves, abril 12, 2007

Proyectos creativos (III)

Lo hice por ti (el reproche)

Yo no quería tener hijos. Lo sabes. Lo hice por ti. Porque tú insistías en eso de ser madre. Yo no quería tener perro. Ni una casa más grande. Ni vacaciones en la playa. Lo hice por ti. Y estoy harto de sacar al perro todos los días, de esta hipoteca que nos ahoga y de pasarme todos los agostos buscando un hueco en la arena donde plantar la sombrilla. Lo hago por ti, y por los niños. Y ni siquiera me gusta ir los domingos a comer a casa de tus padres. Lo hago por ti, y por tus padres.





Los silencios (el aislamiento)

Fue peor lo que no nos dijimos. Lo que se quedó guardado en el fondo de cada uno de nosotros. Los reproches pudimos intentar rebatirlos. Los silencios no hubo manera. Si al menos me dejases algunas palabras entre tanto silencio.
Pero huyes. En realidad prefieres esquivar los problemas. Y dejarme sola. Con mis dudas. Con tus silencios.



Estoy cansada (la dependencia)

Átame. Átame a la pata de la cama. A la columna del pasillo. A la silla de la cocina. Átame. De manera que nunca pueda realizar mis propios proyectos. Átame. Que mi vida siempre esté ligada a la tuya.



La salida desesperada (el suicidio)

Te dejo canelones en el horno. Sólo tienes que calentarlos. Ponlos en el microondas si no sabes encender el horno. La lavadora está puesta. Falta añadir el suavizante. Acuérdate de ponerla en el número 11 y darle al botón. Programa un centrifugado suave, que si no la ropa queda muy arrugada. Tiende las camisas por el cuello y las camisetas por los sobacos, así se deforman menos. Te dejo la ropa planchada, sólo hay que meterla en el armario. He cambiado las sábanas de nuestra cama y de los niños. Así no tienes que preocuparte esta semana. He limpiado los cristales, aunque creo que lloverá. Y he hecho los dos baños. Hay que ir a recoger las medicinas de tu madre a la farmacia, que las dejé encargadas. Si puedes, acércate al supermercado, que faltan yogures y compra también leche. No me ha dado tiempo de ir. Los niños hoy tienen baloncesto, así que no llegan hasta las nueve del entreno. Hazles pescado para cenar. Te dejo las varitas en el congelador, sólo tienes que freirlas. Que hagan los deberes mientras les haces la cena, e intenta que no se acuesten muy tarde. Sé que hoy te vas a llevar una sorpresa cuando llegues del trabajo, pero es que ya no podía más.

lunes, abril 09, 2007

A día de hoy

Ando estos días leyendo un libro de Enric González: Historias de Nueva York. Es un librito bien escrito, lleno de anécdotas y vivencias sobre su llegada a la Gran Manzana. Me da envidia leer ciertas historias, ciertas vidas...pero sobretodo me gusta esa manera de escribir: fresca, directa, sin excesos ni florituras. Las palabras justas para que llegue la idea. Altamente recomendable.
Y estos días ha estado aquí Carlitos, mi niño. "Te tengo que decir una cosa, pero no te rías". Y nos reímos, claro que nos reímos. Y lo que nos queda.
Hoy vuelta a esta rutina, que cada vez queda menos. Aunque a última hora se ha anulado un curso de Excel que empezaba hoy. No sabe Pablo lo que me ha alegrado el mensaje a última hora.
Esta semana tengo que formalizar la matrícula de las opos... puagg.

jueves, abril 05, 2007

El castillo de Cinexin



No me lo imaginaba así. Uno de esos lugares que piensas: "ya iré"... y te vas a la puta China, a pisar la muralla y te pierdes un alcázar, un viaducto y una ciudad empedrada donde perderse (sé que parezco un padre de los 70... con aquello tan manido de "con las cosas tan bonitas que hay aquí, qué se me ha perdido ahi afuera").
Simplemente espectacular (lástima los turistas, que lo acaparamos todo)

martes, abril 03, 2007

Lentejas


¿Quién inventó aquello de "quien quiera las come y quien no las deja"?. La verdad es que me apetecían un montón. Así que he estado cocinitas. Las hago sólo con verdura. Un sofrito de cebolla, ajo, pimiento y tomate (que creo que es la base de cualquiera de nuestros guisos) y lo paso por la batidora. Luego le he añadido el agua, las patatas, zanahorias y las lentejas. Me gustan también con berenjena o calabacín, pero la única berenjena que quedaba en la nevera ha ido directa a la basura. La verdad es que me hubiera ido bien algún detalle más (laurel o un trocito de chorizo para darle más sabor o costillitas de cerdo, que es lo que acostumbra a poner mi madre). Pero creo que me han salido ricas. NO,¡¡¡¡¡ me han salido de cojones!!!!! (aprendamos a ser asertivos). Y no, no intento hacerle la competencia al mejor chef de la blogosfera (chez Lagarto). De hecho en casa siempre cocinaba Albert (o casi) y yo solía hacerle de pinche (güey). Recuerdo la primera vez que hice un caldo (además, hoy viendo a Arguiñano en la tele me lo ha recordado). También era la primera vez que utilizaba la olla expréss que Juani y Miguel nos regalaron y que ahora anda medio oxidada en algún rincón de mi cocina. El caso es que cuando ya estaba todo listo, puse el escurridor en la fregadera y lancé sobre él todo el contenido de la olla. Quedó toda la verdura y la pata de gallina (o pollo, no recuerdo) en el escurridor, y el caldo acabó yéndose por el desagüe... Las risas fueron descomunales.

Recuerdos...

Hoy alguien me preguntó por algún recuerdo de algún viaje. Me vienen a la cabeza los mil viajes que hice con Albert. Las islas Lofoten especialmente. Uno de esos lugares mágicos al que quería ir desde niña. Y cuando llegas en barco, las islas aparecen gigantescas, y parecen flotar sobre una niebla espesa, suspendidas en el cielo como algo mágico. Montañas enormes y verdes salpicadas de casitas de colores. Luego recordé Lisboa. Fue el regalo al acabar la carrera. Nos fuimos una semana a esa ciudad decadente, que atraviesa el tranvía 28, ese de madera que recorre el casco viejo, los restaurantes en el Chiado, un concierto en la iglesia do Carmo, el olor del Tajo, los miradores de la Alfama y los pasteles de Betlem.
Pero sin duda, el viaje que recuerdo de la niñez, era ese viaje eterno en coche desde Rubí a Ortigueira que todos los años hacíamos mi padre, mi madre y yo, en los diferentes coches (a cada cual más ruinoso, desde un R8 a un Talbot Horizon) que ha ido acumulando mi padre a lo largo de su vida de conductor. Llevábamos una nevera de esas de camping, llena de bocadillos y latas. Parábamos a comer normalmente cerca de un río, y mi padre acababa roncando un rato debajo de algún árbol. Recuerdo especialmente una parada en Ribadesella, un puente colgante sobre un río enfurecido, y mi padre queriendo pasar al otro lado (nevera incluida). Seguramente la escena no era ni la mitad de terrible que yo la recuerdo. Y la subida por el puerto de Piedrafita. Realmente espectacular. Aunque para entonces la nevera iba mucho más vacía.
En otro orden de cosas, estos días ando algo nerviosa, algo miedosa y algo cansada. Todo tiene que ver con lo mismo. Sé que volveré a casa y que allí habrá gente que me quiere sin condiciones. Sé que me voy a complicar la vida. Pero ahora tengo ganas de complicármela.

domingo, abril 01, 2007

El sistema sanitario madrileño

Siempre he pensado que la Administración Pública funciona bien o mal en función del funcionario de turno que te encuentres. El viernes finalmente (después de estar en Madrid seis meses) decidí ir a resolver el tema de la tarjeta sanitaria. Vivo en la calle Embajadores y justo enfrente (en la calle Cardenal Solís) se encuentra el centro de atención primaria de la zona de Embajadores. Le explico mi situación y me dice que incluso para hacerme una tarjeta temporal tengo que empadronarme, que ella no puede hacer nada sin el padrón. Pero además, no me corresponde ese centro, ya que sólo atienden hasta el número 88 y yo vivo en el 108, que me toca otro centro asistencial. Total, que llego a casa y llamo al 012. La señorita que me atiende en un momento dado empieza a gritarme "Pero, ¿qué le pasa a esto? uy!!.. se enciende y se apaga". Resulta que se le escoña el ordenador, a lo que yo le digo que no le puedo ayudar, que si ha mirado si se le ha deconectado el monitor... así que lo que era una consulta al 012 se convierte en una consulta helpdesk pero al revés. Finalmente le digo que vuelvo a llamar (yo) al 012 para que me atienda otro operador y me dice que sí, que será lo mejor, porque ella no sabe qué le pasa a su ordenador... ¿?
En el segundo intento planteo nuevamente la pregunta, que estoy en Madrid de forma temporal, que necesito una tarjeta sanitaria (temporal) y me han dicho que tengo que empadronarme aquí, y que quería saber qué centro me corresponde. Después de esperar tres minutos (de móvil) me dice que ha cambiado la legislación, que ahora hay que empadronarse para conseguir la targeta sanitaria aunque sea temporal, pero que mejor llame el lunes que me atenderán de sanidad, que tienen horario de 9 a 14h (yo también quiero un curro así). Lo que sí me dice es que me corresponde el Centro Asistencial de Martín de Vargas, que es la calle detrás de mi casa.
Así que como además tenía que bajar a comprar leche al Usera, y esto está al lado, aprovecho para acercarme a preguntar. La administrativa me hace un papel temporal para poder visitarme, me asigna una doctora y lo único que tengo que hacer es venir con mi tarjeta habitual y ese papelito provisional que me sirve para tres meses.
Lo dicho. Que al final hay que dar con la persona adecuada.