...iba a ir a Barcelona, pero estas nevadas "echan patrás" a cualquiera. Así que decidí quedarme este finde aquí. Bastante productivo.
El viernes por la mañana tuve una pseudoentrevista con la directora de recursos humanos de una empresa que hay en la misma finca donde vivo. Le había pasado mi curriculum a J., el portero, y él me dijo que se lo pasaría a una vecina, que es psicóloga. El caso es que salí de allí como si alguien te hubiese dado un empujoncito cariñoso y te emocionadísima por lo impresionada que ella estaba. Me dio la dirección de alguien (una fotógrafa no profesional que hace unas fotos mu chulas, las podéis ver
AQUI), para que me ponga en contacto con ella, y que sobretodo bajase a verla de vez en cuando y tomamos (no hacemos) un café. Sé que la cosas no me van a venir a casa.. así que a ver si pongo energía donde toca y focalizo mi vida a dónde quiero exactamente que vaya (para eso me va bien de vez en cuando hablar con Pau, que es ese niño grande que te mira con cariño, te sonríe y te hace sentir una artista aún sin serlo)
Luego acompañé a A. y a su hija a la estación de Atocha, que se iba de viaje a Pamplona (a horas de hoy, apenas sé que llegó bien, sin dormir, y con una niña mareada..., aunque supongo que cada uno le da importancia a las cosas que quiere).
Luego me fui para la escuela, que había dos inauguraciones (algo que se hace en EFTI una vez al mes). Es la excusa para ver a los profes (me encontré con Paco Junquera). Cervezas a discreción y luego nos vamos a Malasaña, a seguir la fiesta (discretita, que una no está pa muchos trotes). Allí conocemos a un amigo de
Gabriela:
Pablo, que nos explica una historia sobre un proyecto fotográfico que comienza en Seattle y se está intentando "exportar" a otras partes del mundo y que él está intentando traerlo a Madrid. No todo lo que exporta USA es malo... Se llama
Slideluckpotshow... Me gusta esto de reunirme con gente y hablar de fotografía (o de lo que sea.. porque la fotografía es una excusa para acabar hablando de los dolores del mundo, de la inmigración, de la pobreza, de los sonidos del hambre...) Así que entre risas, vinos, sonrisas amargas, acabo hablando con Marques de montar una asociación aquí en Madrid, que tengamos opción primero a reunirnos, buscar un espacio, llevar a cabo proyectos comunes... (aquello de "la unión hace la fuerza".. tan manido). El caso es que me he comprometido a buscar la información sobre la burocracia necesaria para llevarlo a cabo (... me vienen los recuerdos de aquel famoso Caracol Maya, uno de esos proyectos que ayudé a crear y crecer con gente que en algún momento fueron compañeros...).