sábado, febrero 03, 2007

Viernes, dos de febrero de 2007. El momento decisivo

QUIERO SER FOTÓGRAFA. Ahora lo sé. Un día Pepeillo (ese niño grande que está a punto de irse a vivir con un novio, y me confiesa que está muerto de miedo) vio en mis ojos (él utiliza las cartas, pero yo sé que mira en mis ojos) que habría un día en que me daría cuenta de mi verdadera vocación. E iría a por ella. Y lo conseguiría. Es un auto de fe. Lo sé. Pero uno debe luchar por aquello en lo que verdaderamente cree.
Rabel. Mi niña artista. Mi hermana. Mi otro yo. La niña que miro, con sus miedos, con sus inseguridades, con su necesidad de ser amada y de amar. Y me veo a mí misma. Y me sonrío, porque una se mira al espejo y se ve bonita en la otra. Y veo en sus ojos el brillo de los míos. Y cuando me mira y me dice que se arrepiente de haberse dejado la cámara arriba, en la habitación, porque me haría ahora mismo una foto para dejar fija mi mirada, sé que está cerca del autorretrato. Sé que siempre estará aquí. Aunque esté lejos. Y entiendo a A. cuando me dice que le da envidia esta amistad que cree que sólo es posible entre mujeres. Pero no. Es una amistad que es posible entre personas, con un nivel de complicidad similar al nuestro. Y no me importa que los demás no lo entiendan, o que un tipo me diga en el messenger: "... pero tú... ¿eres lesbiana?". Pues no. No lo soy. Pero hay mujeres que no puedo evitar querer.
Y Gabriela, que una gripe no le ha dejado compartir una borrachera con el resto de compis (he echado de menos que te subieras a una barra y nos bailaras desnuda como prometiste a Marques y a mí la última vez....!!!!!.... ;) ). El otro día hablando con ella vi la luz al final del túnel. Sí, niña... quiero "provocar" el momento decisivo... ese en que un día podremos decir: "... éste fue el día en que le hice un corte de manga al puto destino...."
Rebusqué en el pasado. Encontré fotos de Albert, de Juan, de Montse, de Edu, de Sergio...en la nueva pagina de la AEB. Lo vi mayor ... (qué mayores nos hemos hecho, mosmi....). Lo sentí solo, lo sentí triste... (aunque a Lola le haya dado muy mal rollo su foto, y me diga que de buena me libré...). A ratos te echo de menos... Ya no recuerdo tu voz. Ni la manera en que te tocabas la nariz, ni tu risa... ni recuerdo tus manos,ni tus dedos cabezones... No es verdad. Todo eso sí lo recuerdo. Pero no recuerdo tus besos. Ya no recuerdo tus besos. De verdad que no los recuerdo. Debe ser que he dado tantos después de los tuyos, que olvidé tu sabor.
Me llamó Lidia. El día siguiente de pensar en ti, siempre aparece ella. Voy a acabar teniendo fe en esas casualidades extrañas...

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Anonymous Anónimo said...

De buena te libraste. Si todavía no lo has descubierto, algún día lo descubrirás, porque es lo que se descubre en cada nueva vida, respecto de la pasada.
Corte de manga al destino que habías elegido para dirigirte a otro destino, aunque lo importante sea el viaje y no el destino en sí.
Parece que vas acercándote a tu identidad y empiezas a entender la vida o entenderte a tí misma.

De todos modos, ese corte de manga suena fatal, más cercano a demostrar desprecio por tu vida pasada que a demostrar un cambio de rumbo. ¿ No podía ser, simplemente, una amable despedida ?

5 de febrero de 2007, 10:24  
Anonymous Anónimo said...

Enhorabuena!

5 de febrero de 2007, 13:07  
Blogger Murgan said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

6 de febrero de 2007, 19:17  

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