martes, noviembre 28, 2006

Miscelania

Decir no. A un trabajo que tenía buena pinta.Pero es que entonces aparece Pepito Grillo...(gracias a ese niño grande de tremendos ojos azules) haciéndome las preguntas que yo no soy capaz de hacerme, preguntas sencillas:
- ¿Qué has venido a hacer aquí? Fotos
- ¿Necesitas realmente el dinero? Simpre se necesita el dinero.
- ¿Vas a hipotecar el tiempo en "ese" trabajo? Sí, realmente sería eso, porque el trabajo es a full-time
- ¿Realmente es lo que quieres hacer? NO.
En fin.. que cuando a una le hacen las preguntas correctas... una es capaz de responder correctamente.

La receta de Rabel. Parece que el otoño es tiempo de setas. Rabel me hizo algo exquisito (yo he intentado hoy repetir... y no.. la cosa es que no me ha salido igual, niñaaaaaaa). Carpaccio de champis (receta que sería la envidia del chef de la blogosfera....). Champiñones fileteados, queso (mejor un parmesano durito), un aceite bueno y perejil (si puede ser fresco mejor)... Yo igual le pondría albahaca.. pero eso es por el olor, que el olor a albahaca me mata. Y echo de menos.... sus niños, las risas, la calidez de su casa, la complicidad, el entendimiento que se establece entre dos mujeres que podrían ser hermanas (que igual lo fueron)

Dos visiones de la pareja. Estos días, hablando con dos personas cercanas (por diferentes motivos), me he dado cuenta que las que defendían son dos de las posiciones más extendidas respecto a las relaciones humanas.... El primero, desde la indefensión y el miedo que produce la soledad. La sensación es que la mayoría de matrimonios están basados en "esto es lo que hay" (y me parece triste.. la verdad). La segunda, una alegoría a la libertad, que tampoco me creo del todo, el "somos dos personas libres que decidimos estar juntas". En el primer caso la imagen que me viene es el de una pareja, cenando en un restaurante, sin dirigirse apenas la palabra, ni mirarse a los ojos. En el segundo, la imagen es la misma pareja, cenando con mucha gente, todo muy social y muy poco íntimo. Lo ideal, igual es una imagen intermedia, mirar a los ojos del otro, sabiendo que se mira en la misma dirección, y ser capaz de compartir una cena con amigos y también de disfrutar de una velada íntima.


El Lidl. Debajo de casa, hay un Lidl. Hoy, como muchos días al volver de clase, un grupo de personas esperaban en la puerta con sus carritos de la compra, esperando que "tiraran" todos esos alimentos pasados o con mal aspecto, pero todavía comestibles. Me ha llamado especialmente la atención una mujer de pelo blanco, largo, cogido en un moño alto, vestida con un abrigo negro y unas zapatillas de paño. Caras serias. Caras tristes. Y la sensación de la fragilidad otra vez aparece. Lo fácil que es que se traspase la linea que separa una clase media endeudada de la pobreza. Un blog interesante, que me descubrieron hoy: http://www.sinhogar.org/

Fernando Marcos. Sin palabras. Sus fotos. Su capacidad para demostrarnos los virajes (el selenio, el sepia), los papeles, los montajes... Su humor. Y su mirada de ojos tristes. Me encantan esos hombres que tienen los ojos tristes.

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Anonymous Anónimo said...

...niña grande con su mac a cuestas y tu canon en el cuello de una mujer especial. Y ese colgante de lava en mi mesilla. Nos faltó tirar la tela negra en la cama, apagar las luces, ...y disfrutar a turnos detrás de esa lente que nos tiene atrapadas. Nos faltaron también aquellas empanadas de la feria medieval (risas), y un par de horas de laboratorio juntas; una comida a tres (hay más de Pablo que quisiera compartir contigo, cosas hermosas...) y tal vez alguna excursión a otro rincón que no conozcas en esta ciudad tan visitada por tí. Sin embargo, esta Valencia de ahora es diferente... verdad?
Mmmmm... Y alguna receta más, una ensaladita de espinacas y jamón ibérico, arroz al horno o cualquier cosa que podamos mojar con vinito bien oscuro (...la botella cayó entera, eh?). Te quiero, niña... Que nos dure.

30 de noviembre de 2006, 10:01  
Blogger sylvergalaxy said...

Jolines os pasais el dia hablando de platos riquisimos, meha dado hambre no me apetece hacerme un carppacio de champiñones, tienen que estar de rechupete, me conformaré con un poco de pan con nocilla.
Oceanos de amor a las que aprecian la buena cocina.
un beso

30 de noviembre de 2006, 23:52  
Anonymous Anónimo said...

No se está con una pareja por no estar sólo se está por una cosa tan simple que se llama AMOR.Y en una pareja de largo recorrido esa cena a dos sin palabras es una alegoría al "por fin sólos sin nadie a nuestro alrededor.Nos sobra hasta la conversación.Sólo necesito tu presencia".¿Lo has experimentado?.Y en la cena con muchos amigos,con besos sociales,"un segundo que te busco con la mirada y ahí te encuentro y me devuelves una mirada llena de tanto amor que hasta sobran los besos y se borra la lejanía".Los ojos, cuando los liberas, dicen todo,hablan solos.
Sólo hay un problema y es que el amor surje, no se busca.Sólo hay que tener paciencia.Y tener suerte.Y cuidarlo.Y no pretender que esa persona borre nuestras frustraciones anteriores.

1 de diciembre de 2006, 10:18  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, como yo soy de ciencias y lo mío son los motores, no se me ocurren cosas tan bonitas y originales como a mis predecesores. Pero sólo espero que escribas más cosas aquí!!!

José María

1 de diciembre de 2006, 10:37  
Blogger Fatima said...

Sí, mi niña... esta Valencia es diferente ahora. Pero me gusta. Me gusta verla a través de tu mirada (me apunto esas recetas de las que hablas para otra visita)

1 de diciembre de 2006, 20:51  
Blogger Fatima said...

Ummm, niño/a sin nombre.... realmente idílica esa pareja. Ya me gustaría, ya, haberlo experimentado. Pero no, no ha sido asi. Creo que nunca fue así. Tengo paciencia. Lo que no sé si tengo es tiempo. Y si tendré suerte. Pero realmente me gustaria hacer un largo trayecto (catorce años con Albert... igual fueron demasiados... cuando no se está viviendo el AMOR de esa manera). Pero resultan pocos... si realmente encuentras a alguien que te busque con la mirada en una reunión o en una cena intima. De todas formas, no pensaba en ese tipo de pareja cuando escribí el post. Me alegro que me recordaras que ESO aún existe...

1 de diciembre de 2006, 20:56  
Anonymous Anónimo said...

Y... en quien pensabas? Realmente a estas alturas pensar en alguien diciendo "desde la indefensión y el miedo que produce la soledad", quien se traga eso, miedo a que?, miedo de que?, está en el paro?, no tiene familia… amigos?, esta invalido?, ciego?; en serio te lo crees? Escarba un poco quizás encuentres otras razones.

2 de diciembre de 2006, 1:06  
Blogger Fatima said...

... me niego a creer que alguien pueda no entender el miedo a la soledad....ese que no tiene que ver con lo lejos que esté la familia, los amigos ni la circunstancia personal.

Si un día puedo llamarte por tu nombre... igual te explico en quién pensaba. ¿Miedo a ser reconocido/a?

2 de diciembre de 2006, 3:26  
Anonymous Anónimo said...

Pues si, entiendo muy bien la soledad, pero la que te lleve a vivir con alguien a "quien no miras o a los ojos o con quien no tengas nada de que hablar" como tu dices, esa... perdona pero no la entiendo.

2 de diciembre de 2006, 10:19  
Anonymous Anónimo said...

Yo también en el pasado tuve una pareja durante 10 años. Y me dejó. Se acabó.Y me encontré sola, desorientada.Y cambié de ciudad.Y me dolía el corazón por las noches cuando llegaba a casa.Yo no sabía que el corazón dolía,pero lo aprendí.Y lo echaba de menos.Hasta que un dia dije,yo aquí triste y deprimida y el con su nuevo amor f... como un loco.Ý me liberé del pasado.Y me centré.Y dije:"tranquila, poco a poco".Y el tiempo me dió la razón.
Cuando volvió el amor a mi vida partí de cero,sin pasado,sin rencores,sin metas.Sólo disfrutar y ser feliz.Y lo he conseguido.

2 de diciembre de 2006, 12:04  

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