viernes, junio 01, 2007

Sebastiao Salgado

Ayer fui con Gabriela a ver la exposición de Salgado. El fotógrafo que se odia o que se ama. Lo cierto es que sus fotografías son muy buenas (yo creo que eso nadie lo duda). Lo que se discute de él (de forma casi inevitable) es si es ético extraer la belleza del dolor. Porque una se queda tan impresionada con la luz, la estética, los encuadres... que parece que se te olvide la desgracia ajena. Salgado es uno de los mitos en el fotoreportaje, pero ha llegado un punto en que ya no se habla de los "Sin Terra", o de "África", porque el autor ha trascendido por encima de los hechos.

Recuerdo la primera exposición que vi de Salgado, hace más de diez años. Se trataba de una expo itinerante que gestionaba CCOO en España y nos la dejaron exponer en Badia, en Barberà y en Cerdanyola. Tocar las fotos de Salgado (aunque te separase un cristal y sólo fuese para colgarlas de una pared). Y sorprenderte a ti misma diciendo: "Joder, qué bonitas, aunque sean tan duras!!". Diez años más tarde creo que prefiero decir: "Qué duras, aunque sean tan bonitas!!!".... De todas formas, Gabriela y yo aprovechamos para criticarlo un poco. También para comer juntas y hablar de hombres, de niñas y del incierto futuro. Madrid se ha llenado de fotografías. Hay exposiciones en todos los rincones, charlas, encuentros... En el Reina Sofía por ejemplo, hay unas jornadas para filosofar y encontrarse con otros fotógrafos. Tiene buena pinta y me inscribí ayer, aunque aún no he ido a ninguna charla, y dudo que este finde pueda hacerlo. Esta noche hay inauguración en la Escuela (eso se traduce en cerveza y picoteo, porque en realidad las fotos las vemos en otro momento, cuando no hay tanta gente; y yo cambio la cerveza por cosca cola). En realidad es una buena excusa para vernos (más esta semana que sólo tuvimos un día de clase).
Hoy he estado con Ana toda la mañana. Nos hemos ido de compras y hemos acabado comiendo en un restaurante muy chulo: La finca de Susana. Me encantó el sitio, la decoración y la comida. Tienen menú que no llega a nueve euros y está muy cerquita de Sol. Genial la paella, aunque sea viernes. ¿Por qué tenemos la costumbre de comer paella los jueves??

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Anonymous Anónimo said...

Más el caballero machadiano había partido para tierras de castilla, en su corcel blanco,evitando así el encuentro con su dama.....

3 de junio de 2007, 11:06  
Blogger Underworlddd said...

Entender las buena fotos sin los viajes se me hace difícil...Me gustan los grandes fotógrafos por lo que vivieron, no por lo que retrataron. El sufrimiento atrae las miradas, hace cualquier foto un imán para los sentidos. Los vestimos con la distinción del blanco y Negro y sírvase en frió en cualquier galería.

Lo siento... no me gusta Photoespaña, ni lo que representa..Nunca lo seguí, ni pienso hacerlo.

Siento cada día la fotografía de forma diferente y hasta no como una profesión y ya ni siquiera emplearla lo que hasta hoy considere vocación. Lo empezaría por llamar forma de vida, forma de expresión.

Viajar...probablemente el término que considero fundamental en la vida de un “fotógrafo” sin ellos esta” profesión” no seria lo mismo.

Rod

4 de junio de 2007, 8:36  

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